Los cañones de Taghia, en pleno Alto Atlas marroquí, vuelven a ser escenario de una nueva apertura de alto nivel firmada por los Pou. En esta ocasión Iker junto a su compañero Ion Gurutz, trazan una nueva ruta en la cara sur del Oujdad: Euskal Dantza (8a, 320 m), una línea estética, exigente y audaz que se suma al ya extenso legado de los Pou en Marruecos.
Esta no es la primera vez que los Pou responden a la llamada mágica de Taghia. La zona ya les ha visto abrir joyas como Agur (8a+, 400 m) en 2018, Honey Moon (7b+, 330 m) en 2019 y Bihotz Haundi (7c, 350 m) en 2024. Este año, con la misma filosofía de siempre —desde abajo y sin atajos— se lanzaron a por otra aventura vertical.
La apertura de Euskal Dantza se realizó en cuatro intensas jornadas de trabajo en pared, equipando desde abajo y con el pocos seguros expansivos. En la quinta jornada, con la línea completa, llegó el intento en libre… y también el susto. Durante el esfuerzo por liberar la vía, Ion sufrió una caída de unos 15 metros que le provocó la fractura de una costilla y contusiones en una rodilla. A pesar del golpe, el navarro no se rindió y logró llegar a la cima junto a Iker.
“El recorrido es impresionante”, comenta Iker. “Atraviesa la sección más vertical de la pared, siguiendo una fisura evidente y muy estética. Pero no hay que confiarse: es una vía seria, exigente a nivel mental y físico, con seguros bastante espaciados. Hay que escalar con cabeza”.
La calidad de la roca es mayoritariamente excelente, aunque algunos tramos requieren atención por su fragilidad. Para repetir la vía, Iker recomienda llevar un juego completo de friends desde el 0.0 hasta el número 2.
La semana en Taghia dio para más: durante uno de los días de descanso forzoso de Ion, Iker decidió aprovechar el tiempo a su manera y, en solitario, se autoaseguró para escalar La Mano de Maroc (7b+, 350 m). “¿Por qué no?”, comenta con humor.
Como broche final, ya de regreso y de paso por Marrakech, los escaladores aprovecharon para hacer un onsight relámpago de À Côté de Moi (7c, 190 m), una nueva creación de Joseph Harris y Chloé Yvroux, que Iker no duda en calificar como “una futura clásica imprescindible”.
Con Euskal Dantza, los Pou no solo reafirman su compromiso con la escalada de aventura, sino también su conexión con un lugar que ya forma parte de su historia personal y deportiva.
Taghia sigue llamando, y los Pou siguen respondiendo con líneas memorables.