Hay destinos que te sorprenden, y luego está Gran Canaria. Y lo decimos nosotros, los Pou, que hemos recorrido el mundo en busca de desafíos verticales. Pero esta isla, en particular, tiene una magia difícil de igualar. Es un auténtico destino de lujo para el turismo de aventura que, gracias a su clima envidiable, puedes disfrutar los 365 días del año. De hecho, apenas dejamos la isla, ya estábamos pensando en volver.
Lo que más me alucina de Gran Canaria es la tremenda diversidad que concentra en un espacio tan pequeño. En un mismo día pasas del clima africano de la costa a la cumbre más alta, cambiando las dunas por el pino canario en cuestión de minutos. Es una gozada. Nuestra aventura comenzó, cómo no, en el sur, cerca de Maspalomas. Allí disfrutamos de la clásica estampa de las playas desérticas con dunas. Tuvimos tiempo no solo de relajarnos en la arena y hacer surf, sino también de correr por la playa antes de cambiar el chip y dirigirnos a la montaña.
El verdadero tesoro para los escaladores está en el interior, y la ascensión te lleva casi a los 2.000 metros, al Pico de las Nieves. Estuvimos viviendo justo allí, en la sierra, muy cerca de la cumbre, y el cambio de paisaje es inmediato: pasas a zonas mucho más húmedas y verdes, ideales para la escalada y el trail running.
Como escaladores, Gran Canaria nos ofrece un patio de recreo excepcional. El origen volcánico de la isla le da un carácter único a la roca. La piedra es fuerte, con mucho corte volcánico, lo que la hace ideal tanto para la escalada en bloque (búlder) como para las vías más largas. Hicimos muchas actividades, y todas ellas con el imponente Roque Nublo de fondo. Es un emblema turístico de la isla y una maravilla geológica, un monolito de unos 80 metros de altura que ya habíamos escalado en nuestro viaje anterior y que siempre es espectacular contemplar. Los más puretas lo recordareis estampado en un billete de 1000 pesetas 😉
Pero no solo nos centramos en las grandes cumbres. Estuvimos escalando activamente en tres de las escuelas de escalada más emblemáticas de la isla. Una de las zonas más destacadas que exploramos es Ayacata, conocida como la zona de tapia por excelencia. Allí, el tipo de escalada es muy variado, pero pudimos disfrutar de sectores como El Juncal, donde nos pilló un atardecer de estampa, una pasada, y La Candelilla que ofrece vías más de sombra. El tipo de roca que encontramos es ese basalto volcánico que nos encanta. También hicimos algo en Fataga, que es una zona en el sur de la isla ideal para escalar en invierno. Y no podemos olvidar el Pinar de Tamadaba, que es donde nació la escalada deportiva en Gran Canaria. Recuerdo haber grabado allí un documental con Iker para la televisión con unas imágenes de drone que impresionan, desde el pinar se veía toda la costa abajo, un sitio realmente espectacular.
Lo bueno es que se está equipando mucho en toda Gran Canaria. El trabajo que se está haciendo es serio, con vías de calidad garantizada que, de hecho, se van renovando con propuestas nuevas cada año. Esto significa que siempre habrá un nuevo proyecto esperándonos.
La isla es un «combo perfecto». Tienes la montaña, el mar, el sol… pero lo que realmente lo completa es la gente. La calidez de los canarios es algo que Iker y yo valoramos muchísimo. Es esa sensación de estar lejos de casa, al lado de las costas africanas, pero a la vez sentirse cerca porque la gente te acoge de una manera que te hace sentir en familia. Es esa tranquilidad y esa calidad humana lo que te permite desconectar completamente.
Por cierto, queremos aprovechar estas líneas para enviar un gran abrazo a José Ángel un gran apasionado de la montaña. Iker y yo tuvimos el enorme placer de conocerlo en persona durante una charla en la isla. Él está pasando por un momento muy difícil por su enfermedad, la ELA, pero su espíritu, su alegría y la forma en que enfrenta cada día es un ejemplo brutal de entereza. Esta es una de las grandes cosas de ser profesionales de la montaña, que nos permite viajar y conocer de muy cerca a grandes personas. José Ángel, eres un gran luchador, y tu fuerza es una inspiración para todos nosotros. Un abrazo muy fuerte de los Pou.
En definitiva, Gran Canaria es un destino de aventura de primer nivel, ideal para el escalador o el aventurero que busca calidad, diversidad y un trato excepcional. Nos vemos pronto en la roca canaria.