USA ROAD TRIP
USA
ROAD
TRIP
| INDIAN CREEK
| FISURAS PERFECTAS
| APRENDIENDO A CAER
Un aterrizaje en Las Vegas digno de los “mejores de Bilbao” – cinco intentos de tomar tierra envueltos en una tormenta de arena con escapada incluida al aeropuerto de Los Ángeles- nos acaban depositando en la ciudad del juego y el vicio, unas horas después de lo que habría correspondido…
Pero ya estamos aquí, en USA, paraíso terrenal para la escalada en fisura, ese estilo del que carecemos tanto en la vieja Europa. Tras una noche en el casino Flamingo, porque la verdad es que no somos muy amigos de las grandes ciudades y los tumultos de gente, salimos pitando a la mañana siguiente camino de Indian Creek en el estado de Utah. Ese lugar que una vez un intimo amigo definió con mucho acierto como “el de la roca roja y las fisuras perfectas”. Allí pasaremos nuestros próximos quince días la fuerte escaladora mallorquina Neus Colom, nuestro cámara Jordi Canyi y los Pou. Es nuestro tercer viaje: El lugar es muy bonito, la roca arenisca surcada de todo tipo de fisuras es increíble y tienes escaladas para toda una vida.
Neus viene bien avisada. Una cosa es la dificultad que seas capaz de hacer en casa y otra muy diferente lo que seas capaz de hacer aquí. Se parecen tanto la escalada de fisura y la de caliza, como el rugby y el futbol: Los dos se juegan con una pelota; todo lo demás es pura anécdota.
A pesar de toda esta dureza, es en este tercer viaje cuando por fin empezamos a sentir que algo mejoramos. Apretamos como si nuestros friends Totem fuesen un parabolt y forzamos hasta caernos como si se tratase de deportiva, lo que nos permite ir haciendo algunas vías muy buenas. Iker sale de Indian con varios a vistas de 5.12 y dos 5.12+/5.13 ensayados (En pocos pegues) como son “Bulldog” y “Less Than Cero”, que no esta nada mal.
Yo me llevo a vista la famosa “Anunaki” 5.12- y “The Slot Machine” 5.12- pero no sin pelea…:
– Joder Iker, he pasado lo duro, pero se me acaban los friends del nº 2 (Para ese momento ya llevo colocados siete de esta medida)- Le digo a mi hermano apurado y sintiendo que los brazos hinchados no acaban de volver a su situación normal-.
– No te preocupes, es el numero bueno para la mano, hay se va a empotrar bien, tu sigue tirando para arriba- Me dice mi hermano en una clara demostración de que los toros desde la barrera siempre parecen mucho mas pequeños-.
Así, con el ultimo seguro a mas de 15 m y con la certeza de que si caigo me van a recoger en paleta, llego a los últimos metros desplomados de esta increíble ruta con una única pieza del nº 2 que es la que me va a salvar la vida y me va a permitir superar la fisura desplomada sin morirme de miedo.
– Que tensión he pasado tío…Este a vista casi me sale carísimo- le digo a mi hermano convencido de que estaba en una situación sin vuelta a atrás-. No quiero exagerar, pero para mis adentros pensé que algo parecido les debió pasar por la cabeza a Hintertoisser y compañía en la norte del Eiger, cuando solucionaron aquella fatídica travesía que les dejo sin posibilidad alguna de retorno.
Neus también tuvo, entre sudores y apretones, su momento de gloria encadenando “Anunaki” al tercer intento. Esto de las fisuras le gusto, pero a la pregunta de una amiga a la vuelta a Mallorca por si volvería:
– Hombre, con el tiempo quizás si…- Contesta ella no del todo convencida-. Como dijo Eneko al principio del viaje: “¡Lo mejor será lo motivada que volverás a Mallorca a coger regletas y chorreras!”.
Y tan motivada volvió, que de haber estado peleando duro con los 7a+/7b de fisura -como todo el mundo por otra parte-, en apenas unos días paso a hacer “Ramadán”, un 8b o 8b+ muy famoso por su dureza en la isla.
Pero el viaje por Indian toca a su fin. Hemos aprendido un poco mas y sobre todo disfrutado de la compañía de nuestros amigos catalanes Pato y Laura, el americano Kevin, y de los Palentinos-Toledanos Luiso y Samu. Una vez mas se cumple la máxima, que de movida, con unos cuantos amigos, siempre te lo pasas mejor.
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| RED ROCKS
| LIVING LAS VEGAS
| ARENISCA VERTICAL
Apenas a un paso de Las Vegas esta Red Rock, un parque natural con cientos de vías, sobre todo de arenisca con regletas, y con muchos metros por encima de la cabeza.
Aprovechando que estamos otra vez por allí para dejarle a Neus en el aeropuerto -ya que se le han acabado las vacaciones- decidimos hacer al menos una ruta en este desértico lugar.
El primer día nos internamos en el Velvet Canyon sin madrugar (Solo queremos comprobar la aproximación para el día siguiente).
Cuando estamos llegando a la base de la pared nos encontramos con un escalador accidentado. Ha caído antes de colocar el primer seguro, y en el choque con el suelo se ha fracturado el tobillo. Su compañero trata de ayudarle a bajar hasta una zona segura y nosotros colaboramos en tan noble empresa.
– How are you man? – Le preguntamos a ver que tal está-.
A lo que nos responde con un acento americano bien cerrado:
– Bien, muy bien gracias.
La verdad es que tiene buena cara, difícil de entender viendo como tiene el tobillo:
Aparentemente fracturado, en una posición casi imposible y juraríamos que hasta con dos heridas abiertas…
Su compañero nos explica que ha avisado a los equipos de rescate pero que no sabe lo que tardaran. Como suele ser lógico- o al menos a nosotros nos lo parece- decidimos quedarnos con el y asistirle hasta que lo evacuen.
En unos minutos llegan los primeros rescatadores, pero son pocos como para bajar al herido. No sabiendo si vendrán mas o no, decidimos pedir ayuda a los escaladores que van apareciendo por la zona, como se hace en cualquier lugar del mundo. Para nuestra sorpresa, la gente no se implica en el rescate, y pone mil y una excusas para seguir con lo suyo.
– ¿Cómo lo veis chicos? ¿Os parece normal?- Pregunto a mis compañeros incrédulo-.
– No, que va a ser normal -me contestan Iker y Jordi al unísono-. Los valores que han hecho celebre al mundo de la montaña se están yendo a la mierda por momentos.
Ayudamos todo lo que podemos, hasta que unas horas después, un piloto de helicóptero muy hábil saca por los cielos al desafortunado escalador.
Solo confiamos en que se recupere sin problemas y que pueda volver a la montaña lo antes posible.
Al día siguiente y en pocas horas escalaremos “Epinephrine” la que probablemente sea la vía clásica mas famosa de Red Rock.
Aunque nuestra idea es tirar para Yosemite, el mal tiempo en el valle nos obliga a cambiar los planes, y decidimos marchar para el parque nacional de Zion.
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| ZION
| GRAN DESCUBRIMIENTO
| ESCALANDO A VISTA
Teníamos ganas de conocer este parque nacional hacia mucho tiempo, y la realidad en poco días superará nuestras expectativas: Un lugar precioso, mucho mas tranquilo que Yosemite, y sobre todo, y no menos importante, con muy pocos escaladores, que la verdad no acabamos de entender viendo la calidad del entorno.
Se suman también Samu, Luis e Irene, que llega a los pocos días directa desde casa.
Ya que no se puede ir a Yosemite decidimos comenzar nuestra actividad por el plato fuerte, que no es otro que la archifamosa escalada de “Moonlight Buttress” obra maestra del genial alpinista americano Jeff Love y una de las rutas mas famosas del mundo.
Nos sale todo a pedir de boca: La hacemos en el día, en libre y a vista. Eso si, ¡no sin apretar de lo lindo! Sin lugar a dudas una de las mejores vías de fisura que hemos escalado en nuestra vida.
Después vendrá “Silverback” otro rutón, que también saldrá en libre y en el día, y prácticamente se puede considerar que a vista, ya que aunque en el penúltimo largo Iker cae de primero con la reunión en los morros, yo la encadenare de segundo.
El ultimo largo-una fisura estrecha en forma de rayo de unos 30 m que acaba en un desplome- es increíblemente guapo.
Y para acabar en esta joya de la naturaleza, también haremos otro clásico un poco mas sencillo que se llama “Shune’s Butress”.
El tiempo, que ha aguantado una semana, se tuerce, mientras decidimos movernos al único lugar que no pronostican ni agua ni nieve, que nos es otro que Josuha Tree.
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| JOSHUA TREE
| GRANITO Y EXPOSICIÓN
| BLOQUES DE LEYENDA
Al igual que a Red Rock y a Zion, esta es nuestra primera visita a este lugar, cuna de la escalada americana, y donde los Bachar, Long, Hill y cia. trazaron vías tan famosas como “Equinox” o “The Acid Crack”.
Iker en un pegue fantástico se hizo con la primera a vista. Y aunque la segunda se le resistió un poco mas, también se la llevo al zurrón.
Si es que, el que tiene, tiene…
Los demás- siguen con nosotros Samu, Irene y Luiso- nos dedicamos a escalar un montón de clásicas de calidad.
El apalanque es guapo, las vías también, aunque quizás, por buscarle un pero, hay que romperse un poco la cabeza por buscar las mejores rutas ya que queda todo muy desperdigado, y el tipo de escalada resulta hoy en día un poco anticuada.
Aun y todo, después de una semana escalando allí, marchamos pensando que solo por ver el sitio, disfrutar del paisaje y admirar los Josuha Tress (Los arboles de la zona) merece una visita.
Así acabamos casi 40 días de viaje por los desiertos americanos en busca de fisuras. Un viaje fructífero que merece mucho la pena y que con toda seguridad repetiremos. A nuestro retorno a Euskadi y mientras subimos del aeropuerto de Bilbao a Vitoria-Gasteiz, nos quedamos absortos mirando todo el verde que nos rodea. Después de tantos días encima de la arena, parece que ahora estemos en otro planeta…